En mi búsqueda por lograr una cocina minimalista y funcional, me encontré debatiendo entre dos materiales muy populares: el cuarzo y el granito. La principal diferencia que encontré es que el cuarzo ofrece una mayor variedad de colores y patrones, porque es un producto hecho por el hombre. Se elabora al combinar resina polimérica con un 90% de cuarzo triturado, lo cual le da una apariencia uniforme. Además, este material apenas necesita mantenimiento y no se mancha fácilmente, lo cual es ideal si, como yo, prefieres dedicar ese tiempo a disfrutar de tu hogar.
Por otro lado, el granito es una piedra natural y, por ende, ofrece una belleza única en cada pieza, pero requiere sellado periódico. Los expertos sugieren hacerlo cada 1 o 2 años. Personalmente, la idea de tener que preocuparme por el sellado y la posible porosidad que puede atraer manchas me hizo considerar el granito una opción menos atractiva. Además, al comparar el costo, me di cuenta de que ambos pueden variar dependiendo de la calidad y el diseño, pero generalmente el cuarzo tiende a ser un poco más caro debido a su procesamiento industrial.
Investigando más, me encontré con que ambos materiales son bastante duraderos, aunque el cuarzo es conocido por tener una vida útil ligeramente superior gracias a su resistencia al rayado y al calor. Según un estudio de mercado de 2022, el 60% de los diseñadores de interiores prefieren el cuarzo para proyectos residenciales debido a su versatilidad y facilidad de mantenimiento.
¿Qué material es mejor para una cocina minimalista? Al final, la elección puede depender de tus prioridades estéticas y de mantenimiento. Desde mi perspectiva, dado que busco un acabado moderno, me incliné hacia el cuarzo, pero entiendo perfectamente el atractivo del granito para aquellos que valoran un toque más natural. Para más información sobre la durabilidad del cuarzo, puedes consultar este enlace.